Sánchez-Iglesias: a cada cual lo suyo
Una vez desaparecida de la faz de Pablo Iglesias aquella "sonrisa del destino" -fueron sus palabras de delectación que hoy se revelan crueles- para aupar a Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno en 2016, a cambio de reservarse la Vicepresidencia con mando sobre los centros neurálgicos del Estado, el menguado secretario general de Unidas Podemos (UP) implora ahora entrar en un gabinete de coalición con el PSOE. Con tal de ser "ministro, aunque sea de Marina", como bromeaba el procurador franquista Jesús Fueyo, Iglesias se deja los nudillos aporreando la puerta del Consejo de Ministros. Dentro de sala tan principal, Sánchez hace oídos sordos al cacareo del que denominó vacuamente su "socio preferente".… Seguir leyendo »