Bulgákov escribe a Stalin
Entre tantos recuerdos que guardo de los cementerios moscovitas destaca la tumba en Novodévichy de Mijaíl Bulgákov, escritor considerado un apestado en los duros tiempos de la dictadura de Stalin, perseguido por la policía política, injuriado, silenciado, que tuvo la suerte de morir en la cama por una dolencia renal, perdida la vista y las propias ganas de vivir. Las últimas palabras de aquel reconocido admirador de Cervantes fueron: «Don Quijote… Don Quijote».
No tuvieron la fortuna de acabar sus días en la cama muchos de sus compañeros, como Ósip Mandelshtam, que murió en un campo de trabajo y fue enterrado en una fosa común; Nikolái Gumiliov, fusilado por la Cheka; Isaak Bábel, también torturado y ejecutado, y Marina Tsvietaieva, que se ahorcó.… Seguir leyendo »