Jerusalén
«Pon tu bandera a media asta, / recuerdo. / A media asta / el día de hoy y siempre». En la penumbra de la biblioteca y en voz alta, releo el Shibbolethde un Paul Celan siempre acosado por la fuga de muerte y humo que danza sobre la música más alta o la más alta poesía. Y es Israel lo que retorna en la herida enigmática del poeta. Y en la mía, y en la de cualquier hombre de nuestro siglo que no apueste por ser asesino o imbécil. No es política. Es la áspera teología de un ateo, que trata de entender el absoluto, sin ceder a sentimiento ni afecto.… Seguir leyendo »