El legado de Obama
Obama se ha convertido en sus últimas semanas en la Casa Blanca en el ariete anti-Trump. En el último dique de contención. Protege a la desesperada el Despacho Oval del intruso dispuesto a pervertir la esencia de lo que representa la Presidencia de Estados Unidos. Obama ha asumido un improvisado rol: delimitar la línea de defensa, definir la estrategia y fijar el tono frente a Trump. Lo hace al tiempo que defiende con uñas y dientes su legado. O precisamente por eso, para preservar sus ocho años de mandato.
Hay otra interpretación -inconsciente, psicoanalítica y complementaria- para entender la airada actitud del presidente en funciones, más allá del escozor que le provoquen las trampas de Trump, sus excesos verbales y devaneos con Putin.… Seguir leyendo »